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Hipoteca bonificada: todo lo que necesitas saber

Foto del escritor: Aguete InmobiliariaAguete Inmobiliaria

¿Estás considerando solicitar una hipoteca y no estás seguro si optar por una hipoteca bonificada? ¿Qué aspectos debes tener en cuenta al comparar una hipoteca bonificada con una que no lo está?


Los bancos suelen ofrecer condiciones mejoradas en las hipotecas a aquellos clientes que cumplan ciertos requisitos, como domiciliar la nómina, contratar seguros de vida y hogar, o abrir un plan de pensiones. Desde la implementación de la ley hipotecaria en 2019, los consumidores tienen la libertad de decidir si desean optar por una hipoteca bonificada con el objetivo de obtener una reducción en la tasa de interés. Sin embargo, surge la duda de si realmente vale la pena. Si te encuentras en esta situación, te proporcionaremos las claves que debes tener en cuenta antes de elegir (o no) uno de estos productos.


¿Qué significa una hipoteca bonificada?


Una hipoteca bonificada es aquella que está vinculada a la contratación de otros productos financieros ofrecidos por el mismo banco. Estas hipotecas se caracterizan por ofrecer mejores condiciones, como tasas de interés más bajas, a cambio de contratar estos productos adicionales.

En general, la principal ventaja de una hipoteca bonificada es que los intereses a pagar suelen ser más bajos, lo que resulta en un ahorro para el cliente. Para acceder a estas bonificaciones, se requiere contratar productos como la domiciliación de la nómina, cuenta corriente, tarjeta de crédito, plan de pensiones, seguros de vida, hogar, salud, entre otros.


Las bonificaciones en una hipoteca representan los beneficios o ventajas que se obtienen al contratar los productos asociados. Normalmente, estas bonificaciones se traducen en tasas de interés nominal (TIN) más favorables. Aunque implica pagar por los productos adicionales, se logra un ahorro en los intereses del préstamo hipotecario.


¿Qué significa la TAE bonificada?


A la hora de considerar la contratación de una hipoteca bonificada, es importante prestar atención a la TAE bonificada. La TAE (Tasa Anual Equivalente) es un indicador más preciso que refleja el costo total de una hipoteca, ya que no solo incluye los intereses, sino también otros aspectos que implican un costo adicional.

La principal diferencia entre el TIN (Tipo de Interés Nominal) y la TAE radica en que el primero solo se refiere a los intereses del préstamo, mientras que la segunda contempla otros factores que también afectan el costo total de la hipoteca.

La TAE se utiliza principalmente para comparar diferentes hipotecas entre sí y determinar cuál es más económica. Al considerar tanto los intereses como otros elementos que influyen en el precio del préstamo, la TAE proporciona una visión más completa de lo que realmente se pagará.

La TAE bonificada se refiere al indicador que muestra el costo total de una hipoteca bonificada, teniendo en cuenta las bonificaciones ofrecidas por el banco. Al comparar la TAE y la TAE bonificada de una misma hipoteca, se puede evaluar si las bonificaciones realmente resultan beneficiosas o no.


¿Son recomendables las hipotecas bonificadas?

Las hipotecas bonificadas tienen como objetivo fomentar la fidelidad del cliente hacia el banco. Al contratar varios productos con la misma entidad, es menos probable que el cliente decida cambiar de banco en el futuro. Por ejemplo, si se considera una subrogación de la hipoteca, es menos probable que se realice si se tienen diversos productos vinculados al mismo banco.

Sin embargo, las hipotecas bonificadas implican una menor libertad para el cliente. Aunque pueden suponer un mayor ahorro en la hipoteca, su recomendación o no depende de varios factores, tanto en relación a la oferta específica de cada hipoteca como a las condiciones personales de cada cliente.

Si estás pensando en contratar una hipoteca bonificada, es recomendable plantearse las siguientes preguntas y tomar la decisión que mejor se adapte a tus necesidades individuales:


¿Vale la pena el ahorro?


Si el ahorro que obtendremos al contratar una hipoteca bonificada es mínimo, es posible que no nos interese acceder a las bonificaciones y prefiramos tener una mayor libertad financiera.

¿Voy a utilizar los productos asociados que ofrece el banco?


Si para acceder a las bonificaciones debemos contratar un seguro que no vamos a utilizar, no tiene mucho sentido hacerlo. Sin embargo, si se trata de un seguro del que obtendremos beneficios significativos, puede ser una buena idea contratar la hipoteca bonificada. Lo mismo ocurre con los demás productos asociados que nos ofrece el banco.

¿Es probable que cambie de banco en el futuro?


Si creemos que existe la posibilidad de trasladar nuestra hipoteca a otro banco en el futuro, es mejor evitar las hipotecas bonificadas, ya que implican más ataduras con la entidad actual. Por el contrario, si consideramos que es muy probable que nos quedemos en el mismo banco durante todo el plazo del préstamo, puede ser una buena idea contratar una hipoteca bonificada.


¿He comparado lo suficiente?


En ocasiones, podemos calcular el beneficio de la bonificación de la hipoteca y descubrir que no es mejor que el ofrecido por otra hipoteca en otro banco. Por lo tanto, antes de contratar cualquier producto, es fundamental utilizar un comparador de hipotecas que nos brinde una visión amplia y completa del mercado hipotecario actual.

De esta manera, podremos elegir la hipoteca que mejor se adapte a nuestras necesidades sin la necesidad de contratarla junto con productos asociados que, en muchos casos, podrían no cumplir con lo que realmente buscamos como clientes.




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