Cualquier tipo de reestructuración familiar o trabajo completo implica siempre muchas decisiones.
Uno de los más habituales es la correcta elección del tipo de suelo que vamos a instalar en nuestra casa. En este sentido, no solo se deben considerar criterios estéticos, sino también otro tipo de razones, como si el material es adecuado para la vivienda o si la instalación es óptima.
Entre las muchas opciones que hay en el mercado, el porcelánico es una de las más recomendables, de hecho cada vez es más demandado y se presenta en una gran variedad de formatos, modelos y acabados. Una de las principales ventajas que podemos encontrar es que se puede colocar tanto en interior como en exterior y, gracias a su baja porosidad, es muy resistente a las inclemencias del tiempo ya los diversos agentes químicos y mecánicos. Por tanto, la porcelana es muy resistente a los golpes y arañazos, evitando que deje marcas con facilidad. Si lo que buscamos es un suelo duradero y que, gracias a su diseño, pueda integrarse en todo tipo de ambientes, desde los más rústicos hasta los más clásicos, entonces este es el más indicado.
Es importante tener en cuenta que es un material no combustible y no se quemará ni emitirá humos tóxicos en caso de incendio en el hogar. Además, podemos utilizarlo no solo para suelos, sino también como revestimiento de paredes exteriores e interiores, según el modelo y tipología que elijamos.
A la hora de elegir un suelo, una de las primeras dudas que pueden surgir es la facilidad de limpieza. En este caso, en realidad es fácil estar al tanto de todo.
La importancia de la colocación adecuada de la porcelana
La instalación es otro factor clave que hay que tener en cuenta, en este caso no requiere de un proceso muy complicado, pero para conseguir un resultado perfecto, lo mejor es que nos lo instale un experto. En este sentido, el gres es una baldosa cerámica de bajísima absorción de agua, prensado en seco, amplia gama cromática y única cocción.
Por su excepcional dureza y durabilidad se utiliza en revestimientos de suelos y paredes, desde las clásicas instalaciones en baños y cocinas hasta las más exigentes instalaciones en fachadas y aceras de alto tránsito. Para fijarlo correctamente al soporte es necesario utilizar un mortero adhesivo mixto, es decir, un mortero que, además de cemento, contenga resina y proporcione la suficiente adherencia química.
La elección de estos materiales es fundamental si quieres que la reforma sea un éxito y por eso es fundamental contar con una opinión técnica calificada que ayude a tomar las mejores decisiones en una obra.

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